¿Y si el hambre en España fuera tratada como un virus informático? Igual que los virus, se trata de un problema casi indetectable, silencioso, síntoma de que algo no funciona en el sistema y con graves consecuencias para las familias. Acción contra el Hambre propone hackear el hambre y luchar contra ese malware alimentario con toda la tecnología disponible. Para conseguirlo, la organización ha puesto en marcha un proyecto pionero, financiado con los fondos europeos Next Generation, que emplea nuevas tecnologías, innovación, transformación digital y big data en un enfoque de 360 grados contra la inseguridad alimentaria. Entre las acciones se propone mapear y detectar precozmente la malnutrición en cualquier punto de España, a través de un Sistema de Alerta Temprana sobre la inseguridad alimentaria, potenciar la formación, inserción laboral de calidad y emprendimiento de familias vulnerables, a través de un Campus Virtual, y garantizar la compra de alimentos y productos de primera necesidad mediante una Tarjeta de Ayuda Solidaria.
Hackear el hambre como un virus informático
Más de seis millones de personas sufren en España inseguridad alimentaria, al no disponer de recursos suficientes para acceder a una alimentación saludable y equilibrada, según datos del estudio Alimentando un futuro sostenible, de la Universidad de Barcelona y la Fundación Daniel y Nina Carasso. El avance de la inflación en los últimos meses y la subida de precios de la cesta de la compra están detrás del 5,4% de las familias que no pueden permitirse consumir carne o pescado, al menos cada dos días, o del 13,3% de los hogares que no pueden acceder de forma regular a la cantidad y variedad necesaria de productos para una buena alimentación, según datos del INE, analizados en el informe Focus on Spanish Society, publicado por Funcas.
Casi un millón de hogares, que representan un total de 2.438.124 personas, han tenido que reducir su ingesta de alimentos por falta de recursos. Estas cifras nos indican que el problema de los hogares españoles para acceder a alimentos adecuados es estructural y no está únicamente ligado a crisis coyunturales. Esa situación lleva a los que cuentan con menos recursos a tener, en muchos casos, que elegir entre una alimentación suficiente y adecuada o mantener sus viviendas a la temperatura necesaria. En Acción contra el Hambre han constatado que esta crisis de precios de los alimentos ha sido muy relevante entre las personas que participan en sus programas.
Brecha digital y empleabilidad
Desde 2012, Acción contra el Hambre ha apostado por la capacitación y la inserción sociolaboral de las personas en riesgo de exclusión, como forma de evitar la desigualdad y la inseguridad alimentaria. Precisamente, la transformación digital e innovaciones tecnológicas propuestas en la campaña Hackeamos el hambre favorecen la empleabilidad y garantizan la reducción de la brecha digital que influye en la inserción laboral.
El estudio Brecha Digital de Género 2023, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y Ontsi, revela que solo el 6% de las mujeres se sienten seguras cuando acceden a Internet. Un 14% debe pedir prestado o compartir un dispositivo digital. Este desnivel digital dificulta el acceso de las mujeres a las ofertas laborales, por lo que resulta esencial mejorar sus competencias digitales y su confianza en el uso de las nuevas tecnologías.
Para solucionarlo, los itinerarios formativos de Acción contra el Hambre ofrecen cursos informáticos que fortalezcan las competencias digitales de los participantes. Se está desarrollando una herramienta de Evaluación de Competencias Digitales, que detecte precozmente las habilidades y debilidades digitales de las personas beneficiarias de la organización, para reforzar sus conocimientos y acompañar su inserción laboral.
Más de seis millones de personas sufren en España inseguridad alimentaria
“El año 2022 supuso la recuperación de la actividad de emprendimiento, afectada por la crisis de la covid-19, ya que con nuestro acompañamiento se hayan creado 158 negocios y desarrollado 295 planes de empresa, cifras que duplican las de 2021″, como indican desde la organización. “Seguimos apostando por la digitalización y modelos de negocio sostenibles mediante el enfoque de circularidad, lo que nos posiciona como una alternativa interesante para la población más joven”.
En 2022, la organización humanitaria apoyó a cerca de 6.000 personas en su búsqueda de empleo o emprendimiento, atendiendo a todo tipo de perfiles, desde familias en situación de vulnerabilidad que querían emprender un negocio o buscar un empleador a jóvenes en busca de su primer trabajo, pasando por migrantes o desempleados de larga duración. El proyecto permitió que 1.827 personas consiguieran ingresos económicos, con una ratio media de inserción laboral del 40%. En concreto, los programas VIVES de inclusión sociolaboral, que facilitan itinerarios formativos para mejorar las habilidades técnicas, comunicativas y específicas de los participantes, se han beneficiado también del impulso a través de la digitalización. A través del Campus Virtual (que fomenta el emprendimiento y la empleabilidad) y el análisis de la calidad del empleo conseguido, Acción contra el Hambre ha podido monitorizar el impacto, repercusión y eficiencia de la transformación digital al servicio de las personas.