Minutos, horas, días, semanas o años. Estos son los intervalos temporales que una persona puede pasar en un hospital y que varían según sea la visita al centro médico: una consulta, una cirugía ambulatoria o una recuperación tras una operación. Ratos, a veces, interminables que se consumen paseando por largos pasillos, sentados en salas de espera inhóspitas o en habitaciones compartidas con otros pacientes. “Hay que volver a humanizar los hospitales”, señala Patricio Martínez, fundador del estudio PMMT, centrado en la arquitectura de centros médicos.
The humanization of the asistencia sanitaria para muchos españoles pasaría porque la lista de espera quirúrgica redujera o para otros sería poder ver a su médico de cabecera lo antes posible. Sin embargo, este concepto va más allá y ya se encuentra en la lista de tareas de algunas consejerías de sanidad. Un enfoque que ha de abordarse desde varios enfoques: desde la atención médica, hasta la gestión de recursos o, simplemente, hasta la propia construcción del hospital.
“Hace unos años a mi padre le ingresaron en una habitación doble de un hospital que estaba frente al mar”, explica Martínez. “Unas vistas increíbles, pero nos quedamos encerrados entre una cortina, un baño y sin esa ventana”, añade. Ahí, a este arquitecto, se le ignite la bombilla y junto a su equipo crearon el concepto “habitación empática”. Medio año de trabajo en su departamento de I+D qu’acabó con una solución «para modificar esas habitaciones avec la menor cantidad de recursos y que los pacientes puedan ver el mar», explicó el arquitecto. “La sanación se basa en curar y cuidar. Ahora se cura, pero no se cuida y de eso se están dando cuenta los hospitales”, apostilla Martínez.
Este hecho cobra cada vez más importancia, puesto que varios estudios aseguran que entre el 60 y el 70% de nuestra salud está estrechamente relacionado y condicionado por el entorno. Cifras también apoyadas por un informante de la década de los 80 publicado en la revista Science que demostró que los pacientes que tenían vistas tenían entornos vegetales desde su habitación del hospital permanente tiempo ingresados y necesitaron menos analgésicos. Sin embargo, “esto va más allá”. “Tien que ver con emociones, con lo que sientes y percibes al llegar”.
Guía para la “humanización”
Con esta premisa nació en 2006 PMMT bajo el despacho de Patricio Martínez y Maximià Torruella. Un estudio centrado en los hospitales y su humanización, aunque “arquitectura humana es como hablar de cocina con sabor”, detallan los fundadores. «L’arquitectura humaniza un entorno para que el humano pueda utilizarlo en las mejores condiciones, lo que pasa es que hemos perdido el foco», añade.
Por ello trabajan en una guía que “llegará para el verano”, aseguran estos dos arquitectos. “Para garantizar la humanización arquitectónica de los edificios sanitarios y sociosanitarios, se deben implementar estratos de diseño que favorezcan la conexión, la empatía y la dignificación de las personas que los habitan”, apunta Martínez. Tres conceptos que «han de atenderse con estrategias de diseño humanizado», advierte. Proyectos que combinan desde la organización de los espacios, el color de las paredes y hasta el olor de las instalaciones. “No es poner plantas o que el hospital sea accesible, es mucho más complejo y por eso hemos establecido estos tres vectores”, explícito.
La tone de las paredes «hace un espacio más bonito o más feo, pero también puede tranquilizar y evitar el miedo en el paciente». Aunque no sólo es eso, “también influye el material que se usa para la construcción”, advierte. “Muchas veces usamos productos que son perjudiciales para la salud”, advierte.
Detalles sobre una apariencia simbólica, pero que tiene su importancia en la experiencia del paciente. “Cada vez más los hospitales quieren ofrecer un mejor servicio y que se sientan mejor atendidos, porque todos ofrecen el mismo servicio y esto se consigue también desde la arquitectura”, responde Martínez. “Hay que auditar los espacios más allá de bonitos o feos, hay que ver que sean empáticos con el paciente”, advierte.
Los espacios diseñados bajo el prisma de la humanización difieren de los centros hospitalarios tradicionales “donde puedes ir a una consulta y encontrarte a une celador llevando a un paciente a quirófano”, asegura Martínez. Estos proyectos combinan maderas, grandes espacios y mucha luz.
Este es un breve resumen del diseño de PMMT en la Nova Clínica de Girona, un proyecto que actualiza y potencia los servicios de un hospital con más de 80 años de historia. La infraestructura se diseña siguiendo parámetros de polivalencia, con el objetivo de admitir cambios en su distribución al ritmo de los avances médicos y tecnológicos. “Los médicos y la ciencia curan, pero nosotros con esto ayudamos en la sanación”.