sábado, diciembre 14

La caída deja a ‘Odiseo’ sin energía antes de tiempo y acorta su misión en la Luna | Ciencia

La vuelta de Estados Unidos a la Luna medio siglo después del programa Apolo ha venido acompañada de un tropiezo. El módulo de aterrizaje Odiseo se cayó al ir a posarse en la Luna y se quedó tumbado, de lado. Aunque eso no lo inutilizó por completo, ha limitado su misión. La empresa Intuitive Machines, a la que la Nasa ha contratado para este viaje, reconoció ayer que la caída limita el tiempo de carga de sus baterías y eso acorta su misión en la Luna.

“Los controladores de vuelo pretenden recoger datos hasta que los paneles solares del módulo de aterrizaje dejen de estar expuestos a la luz. Basándonos en la posición de la Tierra y la Luna, creemos que los controladores de vuelo continuarán comunicándose con Odiseo hasta el martes por la mañana”, ha señalado Intuitive Machines en un comunicado en el que da cuenta de las novedades de la misión.

Eso supone entre dos y tres días menos de lo previsto inicialmente. El consejero delegado de Intuitive Machines, Steve Altemus, admitió el viernes que el artefacto “se enganchó con un pie en la superficie, se inclinó” y aterrizó de lado. En el momento del alunizaje, ya hubo una larga espera que presagiaba que algo fallaba. Aun así, el módulo ha estado al menos unos días operativo. Incluso en las mejores circunstancias, Odysseus solo disponía de una semana para operar en la superficie antes de que llegara la larga noche lunar.

Otro artefacto enviado recientemente por Japón tuvo un problema similar. También volcó al alunizar y se quedó de lado, pero en ese caso no pudo aprovechar sus paneles solares e inicialmente quedó inoperativo, sin energía. El lunes 26, la agencia espacial japonesa anunció que SLIM, como se llama el artefacto, había superado la larga noche lunar y había logrado despertar: “Anoche, se envió un comando a SLIM y se recibió una respuesta, confirmando que la nave espacial superó la noche lunar y mantuvo sus capacidades de comunicación”.

Imágenes de satélite facilitadas por la NASA tomadas a 90 kilómetros de altitud muestran a Odiseo sobre la Luna, aunque apenas se aprecia poco más que un punto. Tras viajar cerca de un millón de kilómetros, el artefacto aterrizó a menos de 1,5 kilómetros de su lugar de aterrizaje previsto, Malapert A, utilizando un sistema de telemetría láser que tuvo que ser instalado poco antes del aterrizaje al fallar el sistema originalmente previsto.

Según la NASA, el módulo de aterrizaje terminó en un pequeño cráter degradado con una pendiente de 12 grados. Es lo más cerca que una nave espacial ha estado nunca del polo sur lunar. Durante el descenso, los algoritmos de Intuitive Machines detectaron “nueve lugares de aterrizaje seguros dentro de la región del polo sur”, según la empresa. Es una región que contiene zonas en sombra permanente que pueden ser ricas en recursos, incluyendo hielo de agua que podría ser utilizado para la propulsión futura y el soporte vital en la Luna.

El escueto comunicado de Intuitive Machines no explica si se han podido completar con éxito los experimentos con las cargas útiles transportadas o si la caída ha impedido que se lleven a cabo.

Las acciones de Intuitive Machines se han desplomado este lunes en Bolsa. Han perdido un 34,62%, algo que ya se anticipaba en las operaciones del viernes fuera del horario habitual de negociación. La compañía tiene más misiones contratadas con la NASA.

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