miércoles, diciembre 11

Los ingresos anuales de intérpretes masculinos son 40% más elevados que los de sus compañeras | Cultura

La brecha de género en el empleo es evidente en el sector de la interpretación en España. La media de ingresos anuales de los hombres es un 40% más elevados que la de sus colegas, según un informe presentado este jueves por la Fundación AISGE, que ha encuestado a 3.410 personas del ámbito artístico. El ingreso medio de las mujeres en este campo es de 8.320 euros, y la de los hombres es de 11.677 euros. También es menor el cómputo de días trabajados en el año: 62 días para ellas, 70 para ellos. El estudio además resalta que el 77% de los profesionales del sector ingresa menos de 12.000 euros al año.

¿A qué responde esta brecha? El documento la AISGE (la entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual de actores y bailarines) Artistas e Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de propiedad intelectual rechaza que este estudio refleje un desajuste estructural en la muestra en la que se centra el estudio: la asociación cuenta con un 53% de hombres y un 47% de mujeres, un porcentaje que se mantiene casi igual desde hace 20 años. “Puede que aún haya, en general, menos papeles para mujeres que para hombres. Y también cabe la posibilidad de que las obligaciones de género (maternidad, cuidado de niños pequeños o familiares dependientes) sigan limitando la disponibilidad para trabajar mucho de ellas más que de ellos”, señala el informe. Si se contemplan los ingresos totales, incluyendo otros empleos y prestaciones, las mujeres acaban el año de media con 14.846 euros, mientras los varones alcanzan los 18.363 euros (un 24% más). A pesar de esto, un mayor porcentaje de mujeres (54%) tiene un segundo trabajo, frente al 49% de hombres.

“Todas las cifras que arroja el estudio de la Fundación AISGE resultan más desfavorables para las artistas femeninas. Sus datos económicos son peores que los de sus compañeros masculinos en todos los parámetros, sin excepción”, señala el informe que, en general, infiere que existe una mayor empleabilidad para los artistas comparada con análisis anteriores, pero un empeoramiento en sus condiciones laborales.

La mitad de los profesionales del sector, hombres y mujeres, gana de media menos de 3.000 euros al año; en 2016 este porcentaje era de un 68%. Casi la mitad de los afiliados encuestados (un 46%) carece de ayudas públicas, y aunque el estudio detecta una mayor empleabilidad en el sector, también destaca que hay “un retroceso real del poder adquisitivo”.

Ingresos muy por debajo de la media

Aquellos intérpretes que alcanzan unos ingresos medios en una franja de cierta estabilidad económica, por encima de los 18.000 euros, no representan siquiera el 16%. Un 72% de actores y bailarines se encuentra por debajo de la línea de pobreza, es decir, sus ingresos no superan el 60% de la renta media del país o territorio. Si se incluyen otras fuentes alternativas de ingresos en el cómputo este porcentaje de profesionales cuyos ingresos están por debajo del umbral de la pobreza sigue siendo alarmantemente alto: 44%.

Los empleos de larga duración son una excepción manifiesta en el sector, y las plantillas estables “tienden a desaparecer o reducirse, siendo a menudo habituales las altas y bajas diarias en la Seguridad Social”, expone el estudio. Agrega el documento: “La necesidad de recurrir a un trabajo complementario, el consabido plan B, se convierte en algo forzoso para un número muy elevado de actrices y actores españoles. Quienes recurren a una segunda fuente de ingresos son ya el 52%, frente al 46% que la macroencuesta de la Fundación AISGE detectó en la oleada de 2016″.

La AISGE incluye por primera vez en su informe un apartado en el que trata la Inteligencia Artificial (IA) y su impacto en el sector. Ocho de cada 10 encuestados (un 84%) está preocupado por la posibilidad de que su imagen, voz o actuación se utilicen para alimentar y perfeccionar sistemas de IA. Es aún mayor la inquietud entre los intérpretes cuando se les pregunta sobre la posibilidad de que algoritmos generen voces digitales o sustituyan las actuaciones humanas. “La situación más grave que estamos enfrentando ahora es la IA. Los sindicatos de dobladores están luchando para introducir en los contratos de cesión de derechos cláusulas para que nuestra voz no se utilice para enseñar a los programas de IA”, apuntó el actor y consejero de AISGE, Julián Rodríguez.

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