sábado, noviembre 9

Ocho nombramientos en dos días: la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento agitan los teatros públicos | Cultura

El Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, ambos gobernados por el PP, dan un vuelco a la gestión de sus teatros públicos. A los drásticos cambios artísticos y de estructura anunciados este lunes para los Teatros del Canal, dependiente del Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso, que pasan a tener seis directores artísticos, se han sumado este lunes dos nombramientos en el Teatro Español y las Naves del Matadero, centros que dependen del equipo municipal José Luis Martínez-Almeida. En el primer caso, los nombrados son José Luis Alonso de Santos, Ana Zamora, Ainhoa Amestoy, Lluís Pasqual, Olga Blanco y Albert Boadella, que precisamente fue el primer director de los Teatros del Canal, nombrado durante el mandato de Esperanza Aguirre. En la parte municipal, el dramaturgo Eduardo Vasco ha sido nombrado director del teatro Español, mientras que Luis Luque, hasta ahora adjunto a la dirección artística de esta misma institución, asume la responsabilidad de la Nave 10 de Matadero, que estará dedicada en exclusiva a las nuevas dramaturgias teatrales. Queda todavía por anunciar un tercer gestor para la Nave 11 de este centro. Todos los nombramientos han sido realizados a dedo.

La anterior directora artística del Teatro Español y las Naves del Matadero, Natalia Menéndez, renunció el pasado mes de noviembre a su cargo tras la decisión de la consejera de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, de separar la gestión artística y administrativa de las dos Naves del Matadero, que hasta ahora dependían de una dirección única del Español. Tras cuatro años de mandato y ocho al frente del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, esta renuncia se conoció el mismo día que se inauguraba una exposición para celebrar los 440 años de vida del Español, durante la cual Menéndez aseguró “no compartir” el nuevo funcionamiento para estos centros teatrales.

Los nombramientos de Eduardo Vasco y de Luis Luque se han dado a conocer este martes a través de una nota del Ayuntamiento de Madrid, en la que se menciona también la renovación de Natalia Álvarez Simó al frente del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, cargo que ejerce desde 2020. Lo que, de momento, no se ha hecho público es el nombre del responsable de la Nave 11 de Matadero, que estará dedicada exclusivamente a la danza. Según esta nota del Ayuntamiento, estas designaciones responden a las “líneas estratégicas diseñadas desde el Área de Cultura, Turismo y Deportes”. Tanto Vasco como Luque han firmado por un periodo de dos años, prorrogables anualmente hasta un límite de dos años más.

El dramaturgo Eduardo Vasco (Madrid, 1968) fue director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico desde 2004 a 2011. Comenzó a dirigir espectáculos en 1992 y cuenta en su haber con más de medio centenar de puestas en escena. Ha llevado a los escenarios tanto espectáculos de autores clásicos (Lope de Vega, Shakespeare, Calderón o Molière, entre otros) como de creadores contemporáneos y óperas. En palabras de Rivera de la Cruz, el nombramiento de Vasco se debe a su “experiencia y buen hacer”. Vasco estrena el próximo 21 de diciembre su último espectáculo en Matadero, Las locuras del verano, de Carlo Goldoni.

Eduardo Vasco.
Eduardo Vasco.RAÚL CANCIO

A Eduardo Vasco el anuncio de su nombramiento le ha pillado recién llegado a Madrid desde Murcia. “Para la gente de mi generación el Español ha sido y es un marchamo de calidad, el lugar de los grandes autores, actores y de fantásticas puestas en escena. Como dramaturgo me he criado ahí y por ello es un gran honor y privilegio dirigirlo”, ha asegurado Vasco en declaraciones a este periódico. El nuevo responsable del Español, que se considera un “hombre de teatro de texto, vinculado al pensamiento y la palabra”, cree que la programación de este centro tiene un déficit de teatro de repertorio universal: “Estamos huérfanos de determinados textos esenciales de la dramaturgia universal, como Valle-Inclán, Buero Vallejo, Sófocles, Strindberg, Lorca y muchos más, por ello mi aportación va a estar centrada en revisitar los grandes textos universales desde lo contemporáneo, que es una clara tendencia en el teatro europeo, así como a los dramaturgos menos transitados en las últimas décadas”. La nueva programación de Vasco se estrenará en la próxima temporada.

Por su parte, Luis Luque (Madrid, 1973) estará al frente del nuevo proyecto de la Nave 10 de Matadero, “que aspira a posicionarse como un centro público para la nueva creación de las artes escénicas, orientado a nuevos autores y directores”. Luque ha sido adjunto de Natalia Menéndez al frente del Español y su último trabajo como director de escena ha sido Poncia, monólogo protagonizado por Lolita Flores e inspirado en un personaje de La casa de Bernarda Alba, de Lorca.

A petición de Marta Rivera de la Cruz, Luque presentó un proyecto centrado en la nueva creación dramática, tanto de nuevos directores y directoras como de autores y autoras. Su proyecto incluye un apartado dedicado a la investigación dramatúrgica, en el que Luque pretende organizar al menos cuatro grandes talleres internacionales cada año, al que estén invitados maestros de todo el mundo. “La sala Max Aub de las Naves del Matadero será un teatro de creación y producción dramática”, explica a este diario el nuevo responsable de este espacio. Como director adjunto estos últimos cuatro años del Español, Luque ha analizado los flujos de público en un centro y en otro y ha llegado a la conclusión de que “falta un espacio público municipal que acoja a autores y autoras que lo tienen más complicado a la hora de presentar sus nuevos proyectos”. “Tras la crisis de 2008 hubo una explosión de grandes dramaturgos que fueron acogidos en las salas de teatro independiente. Ahora hay otra generación con mucha fuerza que no encuentra un lugar específico y amable para ellos. Ahora, la Nave 10 de Matadero será ese espacio. Siempre pensé que esta sala, por sus dimensiones, su aforo y su lugar geográfico, era el lugar perfecto para la dramaturgia contemporánea española”, añade Luis Luque, que introducirá en la programación obras del repertorio español y europeo del siglo XX y XXI y así dar oportunidad a los nuevos directores y directoras de acceder a estos textos “que nos han construido como sociedad”. Habla de los existencialistas, los surrealistas y las vanguardias dentro de este repertorio, en el que cita nombres como Nieva, Bergman o Arrabal. “Quiero hacer una programación basada en la excelencia y la mesura, trabajando con los autores y directores no como un mercado, sino como una propuesta. Fomentar el diálogo entre la institución pública y el creador para conseguir un verdadero centro de producción y creación”.

Estos cambios al frente de las instituciones teatrales que dependen del Ayuntamiento se suman a los anunciados este lunes por la Comunidad de Madrid para los Teatros del Canal y que se han recibido con sorpresa en el ambiente teatral. El consejero de Cultura, Mariano de Paco, que había sido gerente de los Teatros del Canal, anunció la sustitución de la directora artística Blanca Li, cuyo contrato expira este mes, por un colectivo de seis directores-asesores especializados en diferentes áreas escénicas: José Luis Alonso de Santos para el teatro clásico, Ana Zamora para el teatro medieval y renacentista, Albert Boadella para la lírica; Ainhoa Amestoy para el repertorio del siglo XX y XXI, Lluís Pasqual para el repertorio internacional y Olga Blanco en el ámbito de las artes vivas.

Blanca Li, que continuará como directora del Festival Madrid en Danza, será la asesora en la categoría de danza. La dirección artística de Blanca Li ha estado salpicada por el escándalo de la cancelación de la obra Muero porque no muero (La vida doble de Teresa), de Paco Bezerra, siendo consejera de Cultura Marta Rivera de la Cruz.

Estos “asesores” de la programación en las distintas áreas, que no responsables artísticos, se repartirán los 100.000 euros de sueldo que tenía Blanca Li, aunque cada uno de ellos está llamado a proponer una producción por la que será remunerado “según los parámetros normales del sector”, en palabras de Mariano de Paco. Al frente de todos estos asesores estará Ruperto Merino, con el cargo de director gerente y responsable nacional e internacional del teatro. Este cambio de modelo se traslada también a las distintas salas de este buque de insignia escénico de la Comunidad de Madrid. La sala Roja se dedicará a los grandes espectáculos, la Verde para el teatro y flamenco y la Negra para la experimentación. “Esto no es una dirección colegiada, sino participada por seis directores residentes especializados”, explicó Mariano de Paco, que anunció también un aumento de presupuesto de los 4,4 millones de euros actuales a 6,6 millones.

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